lunes, 30 de octubre de 2017

Miopía, visión corta




MIOPÍA, VISIÓN CORTA

Un ojo miope no es capaz de enfocar correctamente los objetos lejanos, que se ven borrosos y poco definidos.
C:\Users\Usuario\Pictures\miopia.jpgLa miopía es un error refractivo, lo que significa que el ojo no refracta la luz adecuadamente para ver las imágenes con claridad. Cuando existe una miopía, los objetos cercanos se ven claramente, pero los distantes se ven borrosos.
Los pacientes con miopía tienen un mayor riesgo de desarrollar un desprendimiento de la retina, así también pueden tener un riesgo mayor de desarrollar glaucoma.
Éste es un desorden de los ojos relacionado con el enfoque, no una enfermedad de los ojos.  Con menos frecuencia, la miopía puede tener como causa otra enfermedad o afección.
¿Qué causa la miopía?

En muchos casos la miopía es causada por un cambio natural en la forma del globo ocular. Menos frecuentemente, la miopía puede ser causada por un cambio en la córnea o el cristalino.
En los casos en que la miopía no es hereditaria de padres o madres, existen dos tipos de causas que pueden hacer que aparezca la miopía en la visión: patológicas, medioambientales y tóxicas. Dentro de las causas patológicas se encuentran enfermedades como las cataratasqueratoconos o diabetes, entre otras.  Como causas tóxicas están el consumo de determinadas sustancias, que podrían provocar alteraciones pasajeras o crónicas en el proceso de visión, provocando miopía.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas frecuentes de la miopía son:
  • Dificultad para distinguir los objetos por tener una visión borrosa de los mismos; al entornar los ojos (“achinar” los ojos) los detalles se aprecian con mayor nitidez.
  • Cansancio ocular intenso con rojez.
  • Dolores de cabeza.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento se puede realizar de diferentes formas, tal como:


  • Empleo de gafas, su uso no cura la alteración, sino que la contrarresta.
  • Lentes de contacto, proporcionan mejor visión lateral que las gafas, pero requieren de un mayor cuidado y conservación para evitar su deterioro y que se produzcan daños en los ojos.
  • Ortoqueratología, es un tipo de técnica correctora que consiste en el empleo de un tipo especial de lentillas durante el sueño y al ser retiradas permite al paciente poder ver de forma correcta sin necesidad de gafas o lentillas.
  • Cirugía refractiva, permite conseguir una correcta visión sin necesidad de gafas o lentes de contacto.
El láser, con su precisión, permite tallar la córnea, adecuar su curvatura eliminando las cantidades de tejido corneal necesarias y modificar la refracción ocular para conseguir el correcto enfoque de la imagen en la retina.
La técnica LASIK y el excímer láser son los más apropiados para tratar miopías.
¿Cómo prevenir la miopía?
Este defecto visual es difícil de evitar, aunque se debe detectar lo antes posible.
Para detectarlo de forma precoz (en los niños antes de los seis años) se debe realizar un examen de agudeza visual.
Así también se debe identificar los antecedentes hereditarios y los factores de riesgo ambientales, como el trabajo con pantalla de ordenador en los pacientes con miopía.
Se debe saber del peligro que supone en los pacientes con miopía alta la práctica de deportes violentos (por la posibilidad de desprendimiento de retina, entre otras complicaciones).
Sin duda la revisión oftalmológica a tiempo puede librarnos de más de un susto.

sábado, 14 de octubre de 2017

Cuidado de la Salud Visual en el Adulto Mayor




CUIDADO DE LA SALUD VISUAL EN EL ADULTO MAYOR


La visión del adulto mayor

Todas las personas sufren cambios en su cuerpo cuando llegan a una determinada edad. Esta es una consecuencia lógica del envejecimiento y el sentido de la vista se ve afectado por el paso de los años.

Existen cambios naturales en los distintos tejidos y cambios relacionados con los desórdenes y enfermedades específicas de los ojos.

Lo normal es que a partir de los 40 ó 45 años la mayoría de personas, incluidas las que no han tenido ninguna patología ni defecto refractivo con anterioridad, tengan problemas para enfocar los objetos cercanos:  es lo que se conoce como presbicia o "vista cansada". Además, existen otras enfermedades propias de la edad madura o de la vejez que exigen a las personas que se encuentran en esta etapa de su ciclo vital intensificar las precauciones en el cuidado de los ojos.
Para la persona de edad avanzada, la pérdida o disminución de la visión puede ser una consecuencia crucial y dramática del envejecimiento. Los cambios visuales en la edad avanzada obedecen a la disminución de la reactividad pupilar, cambios en la circunferencia y rigidez del cristalino, así como la disminución en la talla de la mácula lúctea.
La visión apropiada determina la calidad de vida a cualquier edad.

Cambios oculares de la edad:
  • Disminución de la producción lagrimal, lo que produce resequedad en el ojo.
  • El párpado se vuelve débil y más pesado.
  • Arco senil.
  • Aumento del umbral luminoso.
  • Alteración de la percepción de profundidad.
  • Disminución de la viscosidad lagrimal.
  • Aumento de la rigidez del cristalino.
  • Disminución de la adaptación a la oscuridad.
  • Disminución de la resolución fina.
Las principales enfermedades visuales y problemas que ocurren durante la edad del adulto mayor son:

1. Presbicia
Es la pérdida gradual de la flexibilidad del cristalino, haciendo más difícil enfocar los objetos cercanos. Esta deficiencia ocurre en la mayoría de personas a partir de los 40 años.
Se corrige con anteojos, cirugía con excimer láser o implante intraocular. Si no se corrige a tiempo, además de la imposibilidad de hacer actividades tan cotidianas, puede producir molestias en los ojos y dolores de cabeza.
2. Ojos secos
La falta de producción de lágrimas o su calidad insuficiente es la causa de esta condición que resulta muy molesta por producir síntomas como sensación de arenilla en los ojos, picor, ardor y, en ocasiones, inflamación e infecciones. Las soluciones más habituales a este problema son las medidas preventivas y las lágrimas artificiales.
3. Cataratas
Se producen cuando el cristalino pierde transparencia debido, principalmente, al paso del tiempo. El único tratamiento posible es el quirúrgico y los resultados, salvo que existan complicaciones derivadas de otras enfermedades de la vista, suelen ser muy exitosos, por lo que en la mayoría de casos el paciente vuelve a tener una visión óptima después de la intervención.
4. Glaucoma
Es una enfermedad degenerativa causada por el aumento de la presión dentro del ojo. Esta enfermedad ocurre con frecuencia en personas mayores de 40 años y debe tratarse cuanto antes, ya que puede ocasionar daños irreversibles que pueden provocar ceguera parcial o total.
El diagnóstico se da a través de la medición de la presión intraocular, una prueba indolora que se realiza en pocos minutos. Si se diagnostica a tiempo, existen tratamientos muy eficaces como gotas oftálmicas, medicamentos y, a veces, intervenciones quirúrgicas.
5. Degeneración macular
La DMAE es una enfermedad grave, también propia de la vejez, que se caracteriza por daños en el área central de la retina, lo que se conoce como mácula. Esta patología provoca pérdida de visión, que puede ser periférica o central, o visión distorsionada.
6. Problemas en los párpados
Muchas personas mayores sufren diversas afecciones en los párpados como alergias, inflamación del borde de los párpados (blefaritis) o tumores, que deben tratarse para evitar complicaciones como ulceraciones de la córnea.
Recomendaciones para el cuidado de los ojos:

  • Hidratar diariamente los ojos mediante lágrimas artificiales indicadas por el oftalmólogo.
  • No utilices lentes autoindicados o sugeridos por amistades, ya que éstos pueden ocasionar un daño mayor. 
  • Mantén los anteojos limpios y protegidos.
  • Guarda los lentes en un mismo lugar para evitar olvidos y extravíos.
  • Lavar diariamente los párpados según indicaciones dadas por el oftalmólogo en cada caso.
  • Controlar regularmente los niveles de azúcar y colesterol en la sangre.
  • Practicar ejercicios oculares enfocando de lejos y de cerca alternativamente.
  • Evitar conducir después de la caída del sol, o realizar actividades que requieran concentración visual en condiciones de poca iluminación, cuando el cristalino empieza a opacificarse y se pierde sensibilidad al contraste.
  • Si tienes la capacidad visual muy disminuida, solicita ayuda en lugares de peligro a fin de mantener tu autonomía funcional.
  • Acude al oftalmólogo como mínimo una vez al año para revisar tu visión.