lunes, 19 de agosto de 2019


¿VER LA TELEVISIÓN A OSCURAS PUEDE PERJUDICA LA VISTA?


Ver la tele con la luz apagada, o utilizar un ordenador sin ningún punto de luz en la habitación, puede perjudicar tu vista. ¿Por qué? Porque el ojo es un órgano que se adapta a la luz que recibe. Cuenta con dos mecanismos que trabajan constantemente para que puedas ver correctamente el mundo que te rodea.

Uno de los mecanismos es el iris. Es lo que da color a nuestros ojos, que aparte de cumplir con esta tarea es también un diafragma que se abre y cierra en función de la luz que le entra. Podemos observarlo en el puntito negro del centro del ojo, la pupila. Cuanto más pequeño es, más cerrado está el diafragma: señal de que hay mucha luz en el ambiente y no necesita estar más abierto. Sucede al contrario cuando la luz que hay es muy débil.

El segundo mecanismo es la retina. Es la parte más sensible del ojo, por eso no está a la vista sino que se encuentra en su interior, protegida por el iris y la pupila. En la retina se encuentran los millones de receptores de luz, dinámicos y adaptables a nuestras condiciones de vida. Si normalmente estamos en medios con mucha luz, las células bajan la sensibilidad para evitar que el exceso de luz sea perjudicial. Cuando estamos en medios con poca luz, las células se esforzarán en aumentar la sensibilidad. Por eso, cuando pasamos un rato a oscuras somos capaces de percibir estímulos visuales que antes eran invisibles (en los primeros segundos de exposición a la oscuridad).

Al ver la televisión a oscuras, estamos poniendo a nuestros ojos en una contradicción y sobre-esfuerzo. Recibimos un fuerte estímulo luminoso de una pequeña parte de nuestro campo visual (la pantalla), mientras que el resto de campo, está completamente a oscuras. Esto hace que nuestro ojo quiera adaptar el iris y los receptores de luz a la intensa iluminación de la pantalla y a su vez a la poca iluminación del entorno.


Nuestro cerebro entiende que estamos en un entorno de oscuridad aunque estemos concentrando la vista en un punto muy iluminado, de manera que manda la orden de aumentar la foto-sensibilidad, el diafragma se abre y es entonces cuando nuestro ojo se fatiga.

Ver pantallas a oscuras no provoca directamente pérdidas visuales, pero sí va a debilitar los mecanismos de tus ojos, lo que puede provocar es fatiga visual, cansancio e incluso síntomas como dolor de cabeza, lagrimeo y visión borrosa.

¿Cómo puedes evitarlo?

Tan sólo con encender una luz indirecta, como una pequeña lámpara, que ilumine suavemente el campo periférico de visión, para que se cierre la pupila y la retina se adapte mejor a la luz.



¿CÓMO CUIDAR MI SALUD VISUAL DURANTE EL EMBARAZO?


Durante el embarazo, los cambios hormonales que se experimentan pueden ser los responsables de una mayor sequedad ocular, de visión borrosa y disminución de la agudeza visual. Así también los cambios de graduación producen aumentos de la presión intraocular o hinchazón en los párpados.

Es cierto que la mayor parte de estas alteraciones son reversibles o simplemente otra incomodidad más del embarazo y no todas ellas aparecen en los mismos niveles. En este sentido, puede haber casos concretos en que la embarazada no sea capaz de percibir estos cambios durante la gestación.

Dentro de los problemas más frecuentes se encuentran:

  • Sequedad ocular: Debido a estos cambios, la calidad y la cantidad de lágrima en los ojos puede reducirse provocando molestias, enrojecimiento, picor o la sensación de que haya entrado algún cuerpo extraño en el ojo. Para tratar este problema se recomienda acudir al oftalmólogo y preguntar por lágrimas artificiales o gotas humectantes para tratar la sequedad.

  • Visión borrosa: Puede darse por diversas causas:

  1. La retención de líquidos puede provocar una visión con sensación de neblina.
  2. Las embarazadas hipermétropes pueden experimentar dificultades de visión por el síndrome de insuficiencia de acomodación transitoria (este síntoma se puede prolongar hasta el final de la lactancia).
  3. En algunas ocasiones la visión borrosa en la mujer embarazada puede ser manifestación de alguna enfermedad como la preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo) o la diabetes gestacional (forma de diabetes inducida por el embarazo) que sí requieren un seguimiento y tratamientos específicos.

  • Destellos: En ocasiones es posible que a través del aumento de la presión arterial, origen de la preeclampsia, la embarazada perciba en su visión pequeñas luces o destellos. Ante estos síntomas es fundamental acudir al especialista para identificar posibles campos de hipertensión ocular que pueda suponer un problema más grave a largo plazo.

  • Problemas en la retina: La retina también está expuesta a alteraciones en el caso de las embarazadas. Si la embarazada ya tenía diabetes, hay que extremar la precaución y realizarse controles periódicos, pues hasta un 30% de diabéticas previas desarrollan retinopatía durante el embarazo afectando a los vasos sanguíneos de la retina. Cuidar los niveles de azúcar es fundamental para el bebé y la madre.

En Clínica Fundar recomendamos acudir a las revisiones con el oftalmólogo ante cualquier síntoma visual relacionado, con el fin de prevenir e identificar posibles alteraciones en la visión para que la salud ocular esté controlada.



martes, 6 de agosto de 2019


MIOPÍA: UN FACTOR DE RIESGO DE GLAUCOMA


La miopía es la forma más común de error de refracción ocular afectando a aproximadamente 1.600 millones de personas en todo el mundo, que representan aproximadamente el 22% de la población.
La miopía no es en sí misma causa directa del glaucoma, pero sí constituye un factor de riesgo significativo de desarrollarlo, especialmente cuando se trata de miopía alta, es decir, de más de 7-8 dioptrías.
Los estudios basados ​​en la población han demostrado que las probabilidades de desarrollar glaucoma aumentan con el aumento de la gravedad de la miopía. Esta relación entre miopía y glaucoma se da porque, el aumento de la longitud del ojo de los miopes afecta al factor contribuyente más importante para el desarrollo de glaucoma. Los ojos de una persona con miopía ya presentan alteraciones, causando una mayor fragilidad a nivel de las fibras nerviosas que componen el nervio óptico, el cual es mas susceptible a los aumentos de presión intraocular.

HIPERMETROPÍA Y GLAUCOMA       

El ojo del paciente con hipermetropía es (al contrario que en la miopía) de pequeño tamaño y, por tanto, el espacio intraocular destinado al drenaje del humor acuoso (líquido intraocular) se ve muy reducido, con el riesgo de que dicho líquido quede retenido de manera brusca en el interior del ojo, causando una crisis de glaucoma agudo.
¿ES POSIBLE LA CIRUGÍA REFRACTIVA LÁSER?

En el caso de glaucomas moderados o severos, no es recomendable realizar dicha cirugía, debido a que durante esta operación se produce un aumento muy elevado de la Presión Intraocular (PIO).

En el caso de hipertensiones oculares o formas de glaucoma muy leves, debe estudiarse cada caso individualmente y, si no hay otro tipo de alteraciones oculares y la Presión Intraocular está completamente estabilizada, el paciente puede someterse a este tipo de cirugías.

Habiendo visto que existe una relación directa entre miopía y glaucoma, es fundamental que todos los pacientes miopes acudan al médico oftalmólogo al menos una vez al año a fin de ser examinados en detalle para descartar el inicio de la patología glaucomatosa. 
Detectarlo de manera precoz y comenzar un tratamiento anti-glaucomatoso será fundamental para frenar el avance de esta enfermedad.