¿CÓMO CUIDAR MI SALUD VISUAL DURANTE EL EMBARAZO?
Durante el embarazo, los cambios hormonales que se experimentan pueden ser los responsables de una mayor sequedad ocular, de visión borrosa y disminución de la agudeza visual. Así también los cambios de graduación producen aumentos de la presión intraocular o hinchazón en los párpados.
Es cierto que la mayor parte de estas alteraciones son reversibles o simplemente otra incomodidad más del embarazo y no todas ellas aparecen en los mismos niveles. En este sentido, puede haber casos concretos en que la embarazada no sea capaz de percibir estos cambios durante la gestación.
Dentro de los problemas más frecuentes se encuentran:
- Sequedad ocular: Debido a estos cambios, la calidad y la cantidad de lágrima en los ojos puede reducirse provocando molestias, enrojecimiento, picor o la sensación de que haya entrado algún cuerpo extraño en el ojo. Para tratar este problema se recomienda acudir al oftalmólogo y preguntar por lágrimas artificiales o gotas humectantes para tratar la sequedad.
- Visión borrosa: Puede darse por diversas causas:
- La retención de líquidos puede provocar una visión con sensación de neblina.
- Las embarazadas hipermétropes pueden experimentar dificultades de visión por el síndrome de insuficiencia de acomodación transitoria (este síntoma se puede prolongar hasta el final de la lactancia).
- En algunas ocasiones la visión borrosa en la mujer embarazada puede ser manifestación de alguna enfermedad como la preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo) o la diabetes gestacional (forma de diabetes inducida por el embarazo) que sí requieren un seguimiento y tratamientos específicos.
- Destellos: En ocasiones es posible que a través del aumento de la presión arterial, origen de la preeclampsia, la embarazada perciba en su visión pequeñas luces o destellos. Ante estos síntomas es fundamental acudir al especialista para identificar posibles campos de hipertensión ocular que pueda suponer un problema más grave a largo plazo.
- Problemas en la retina: La retina también está expuesta a alteraciones en el caso de las embarazadas. Si la embarazada ya tenía diabetes, hay que extremar la precaución y realizarse controles periódicos, pues hasta un 30% de diabéticas previas desarrollan retinopatía durante el embarazo afectando a los vasos sanguíneos de la retina. Cuidar los niveles de azúcar es fundamental para el bebé y la madre.
En Clínica Fundar recomendamos acudir a las revisiones con el oftalmólogo ante cualquier síntoma visual relacionado, con el fin de prevenir e identificar posibles alteraciones en la visión para que la salud ocular esté controlada.
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