Las
cataratas se producen por el aumento de la opacidad del cristalino, un aumento
que dificulta el paso de la luz a la retina lo que provoca que la información
visual que llega a nuestro cerebro es insuficiente.
Es
decir, la opacidad provoca que la luz se disperse dentro del ojo y no se pueda
enfocar en la retina, creando imágenes difusas.
Las
cataratas pueden aparecer a cualquier edad y aunque cada vez están surgiendo
casos a edades más precoces, lo normal es que las cataratas aparezcan en
personas mayores.
Esto
es debido a que la edad es el factor más común por un proceso natural de las
proteínas que se desnaturalizan y degradan por el efecto del envejecimiento.
Esto convierte a las
cataratas en un proceso natural que llegado el momento nos afectará a todos en
mayor o menor medida. Y la buena noticia es que las cataratas se pueden operar
mediante una intervención rápida y altamente eficaz.
En el Perú y a nivel
mundial la catarata es la primera causa de ceguera y afecta al 48% de las
personas de la tercera edad y se han
convertido en una de las intervenciones más frecuentes de las realizadas en el
Perú.
Una
sencilla operación que te devuelve tu calidad de vida al volver a poder ver el
mundo que nos rodea y con unos beneficios que van más allá de lo pensado.
Estudios
desarrollados por investigadores indican que la operación de cataratas se
asocia con una reducción del riesgo de la mortalidad tanto general como
asociada a distintas enfermedades específicas.
El estudio se
realizó sólo con mujeres pero se cree que los resultados serán parecidos cuando
se realice con hombres.
La
razón última de esta relación entre operación de cataratas y mortalidad se
desconoce, pero en los últimos años se han realizado distintos estudios que ya
han demostrado esta vinculación. Algunos expertos consideran que el fenómeno se
produce al mejorar el estado de salud general de la persona al mejorar su
capacidad visual y al mejorar por otra parte, su nivel de autonomía e
independencia.
Pero
lo mejor del caso es que la reducción de mortalidad también se produce cuando
hay una mortalidad causa-específica por una enfermedad concreta.
Se
ha estudiado como la operación de miopía tuvo un impacto directo con una
reducción de hasta un 60% en la mortalidad general y entre un 37% y un 69%
menor de fallecer a consecuencia de una enfermedad pulmonar, infecciosa,
neurológica, cardiovascular y oncológica.
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