lunes, 4 de marzo de 2019


¿CÓMO AFECTA LA DIABETES A NUESTRA VISIÓN?




¿Sabías que el riesgo de padecer ceguera es diez veces superior en el caso de las personas diabéticas?

Casi todos hemos oído hablar de la diabetes o conocemos a alguien que tiene esta enfermedad; no en vano se estima que afecta al 6-7 por ciento de la población entre 30 y 65 años. Eso sin contar con la elevada población que se calcula está sin diagnosticar debido a que muchas veces la patología no da síntomas.

Las personas que padecen diabetes pueden sufrir alteraciones en los vasos sanguíneos que se encuentran situados en el fondo del ojo y estas alteraciones pueden llevar a una pérdida de la visión si los vasos se rompen.

Sin embargo, no todo el mundo sabe en qué consiste realmente la diabetes. En realidad, se trata de un conjunto de enfermedades o trastornos metabólicos que afectan a nuestro organismo, alterando la manera en la que se procesan los alimentos y, en concreto, dificultando la capacidad de convertir el azúcar de nuestro sistema sanguíneo en energía. La consecuencia es un alto nivel de azúcar en sangre que altera los vasos sanguíneos y se traduce en problemas de salud.

Una vez detectada, es importante controlar la enfermedad y hacer un correcto seguimiento de la misma, entre otras cosas, para prevenir o abordar con la mayor precocidad posible sus efectos adversos, problemas o patologías asociadas a ésta.

¿Cómo afecta la diabetes a nuestra visión: patologías relacionadas?

Aproximadamente uno de cada tres diabéticos sufre problemas de visión de hecho, el riesgo de ceguera es bastante mayor entre quienes sufren diabetes que en la población sin esta patología. Las principales son la retinopatía diabética y el edema macular, ambas derivadas de las alteraciones provocadas por la diabetes en los vasos sanguíneos, que también se encuentran en nuestros ojos.

Así, la retinopatía diabética consiste en el desarrollo de pequeñas alteraciones y fugas de sangre y/o fluido en las venas y arterias situadas en el fondo del ojo. En su fase inicial no suele repercutir en una disminución de la visión, pero si progresa de forma severa, se convierte en retinopatía diabética proliferativa, y entonces aparecen y crecen unos vasos anómalos sobre la retina que son muy débiles y sangran fácilmente, originando las complicaciones importantes de la diabetes: hemorragias vítreas y posibles desprendimientos de retina.

Sin embargo, si las citadas inflamaciones originarias de la retinopatía diabética se producen, en lugar de en toda la retina, sólo en su parte central, la mácula, se produce en ese caso el edema macular, causa más frecuente de pérdida de visión entre la población con diabetes.

Por todo ello, insistimos, el correcto y precoz control de la diabetes es fundamental, y en lo que respecta a sus posibles consecuencias visuales, la prevención es clave. Los expertos recomiendan una visita semestral o anual al oftalmólogo, para detectar enfermedades a tiempo.

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