Aunque un recién nacido tenga los ojos muy abiertos, como queriendo captar todo lo que aparece por primera vez ante sus ojos, en realidad no ve prácticamente nada. La agudeza de la visión de los recién nacidos es mínima, y su campo visual es de aproximadamente 40 grados, frente a los 180 grados que alcanzarán cuando sean adultos.
El recién nacido no tiene la capacidad de enfocar un objeto que está a cierta distancia, además, no consigue ver con ambos ojos; cada ojo enfoca los objetos de una forma autónoma. Por ello, conforme se le acerca un objeto, los ojos convergen hacia el interior.
Su visión le permite ver contrastes de luces y sombras de forma borrosa, en una escala de blanco, negro y grises, ya que no distingue los colores, y solamente logra enfocar bien aquellos objetos situados a una distancia de entre 20 y 30 centímetros.
A medida que van pasando los meses, va desarrollando poco a poco su visión.
A medida que van pasando los meses, va desarrollando poco a poco su visión.
1- Durante el primer mes
El niño, cuando nace, prefiere las formas en movimiento, como el contorno de los ojos y de la boca de la mamá, y las líneas curvas, como el pecho materno.
Además, le gustan los objetos grandes y luminosos, y prefiere los contrastes fuertes de luz y sombra.
2- A los 2-4 meses
Su distancia focal se amplía a los 30-40 centímetros, también porque su cabeza ha adquirido mayor movilidad. El niño siente atraído por los colores fuertes como el rojo, el azul y el verde, y por las luces intensas. La coordinación de los movimientos de ambos ojos se estabiliza, permitiendo enfocar de lejos las caras.
3- A los 5-6 meses
El pequeño empieza a utilizar ambos ojos de una forma coordinada. La visión de los colores ya es parecida a la de los adultos. El niño ve bien en un radio de algunos metros en torno a sí, ha mejorado la capacidad de enfocar las imágenes y consigue seguir con los ojos los objetos en movimiento.
El bebé reconoce la cara de sus padres y de los familiares, y sabe distinguir sus distintas expresiones.
4- A los 7-9 meses
A partir de los siete meses, puede mirar fijamente objetos pequeños y empieza a tener una percepción de la profundidad. Puede ver todos los colores y poco a poco será capaz de seguir objetos que se mueven a mayor velocidad. La agudeza visual es de unas 4-5 décimas.
5- En el año
Las imágenes le aparecen con contornos bien delineados y los colores bien definidos. La agudeza visual es de seis décimas.
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